Vistas de página en total

jueves, 28 de marzo de 2013

El BUEN SACERDOTE

Solo quiero recordar las frases dichas por el Papa Francisco:
"Al buen sacerdote se lo reconoce por cómo anda ungido su pueblo. Cuando la gente nuestra anda ungida con óleo de alegría se le nota: cuando sale de la misa, por ejemplo, con cara de haber recibido una buena noticia. Nuestra gente agradece el evangelio predicado con unción, agradece cuando el evangelio que predicamos llega a su vida cotidiana, cuando baja como el óleo de Aarón hasta los bordes de la realidad, cuando ilumina las situaciones límites, las periferias donde el pueblo fiel está expuesto a la invasión de los depredadores sedientos de su fe. Nos lo agradece porque siente que hemos rezado con sus cosas -con sus penas y alegrías, con sus angustias y sus esperanzas-. Y cuando siente que el perfume del Ungido llega a través nuestro se anima a confiarnos cosas de ellos que quieren que le lleguen al Señor"


sábado, 2 de marzo de 2013

Papa Benedicto XVI

Tenia la intención de escribir algo sobre el Papa Benedicto XVI, quería decirle que siento tristeza por su salida, quería haberlo conocido en persona, quería seguir escuchando sus sabias homilias y sus cortos en Pontifex, quería mostrarle mi respeto y admiración, quería tantas cosas y hoy solo me queda decirle adios Santo Padre. Considero que pocas personas como él han calado tan hondo en mi forma de pensar. Yo lo conocí por sus escritos, por los libros y las encíclicas que escribió, las cuales me hicieron entender una nueva dimensión de mi fe y un redescubrimiento del rostro de Jesús. Este hecho me hace sentir por él una profunda gratitud, el Papa en los últimos años logró dar sentido a muchas de mis dudas. 
En el momento actual, su humildad de saberse anciano y débil físicamente ha conseguido que ceda la dirección de la iglesia a un nuevo pontífice. En la profundidad de su meditación, ha recibido el sabio consejo del Espíritu y ha tomado una decisión que lo hace memorable.Te recordaré con cariño Papa Benedicto XVI, rezaré por ti padre Ratzinger.

miércoles, 7 de diciembre de 2011

En esta Navidad seguimos esperando tu segunda llegada

Estamos cada vez más cerca a la Fiesta de Navidad. Se acerca la gran celebración por tu primera venida a la tierra y queremos tener todo listo. La primera vez que viniste, el anuncio lo dió un angel a María, preparaste en Juan a un profeta espiritual y el día de tu nacimiento una gran estrella dio el aviso al mundo. Pocos comprendieron que de tí se trataba. En tus primera venida se mezclaron actos materiales y actos espirituales de gran trascendencia. Tus padres, María y José, dos simples humanos, por obligaciones civiles que cumplir viajaron a Belén. Tu Madre en estado de gestación muy avanzado y la rudeza del viaje aceleró el trabajo de parto pues en el camino sucedieron los dolores. María, era una mujer fuerte, se sostuvo firme a lado de su esposo José hasta la llegada del parto; José, este gran hombre, buscó incansable un refugio para que tu pudieras venir al mundo. La sencillez de los actos que sobrevienen configuran la majestad de tu nombre. Sólo necesitabas para nacer un humilde pesebre. No dudo que las habilidades del más famoso de los carpinteros logró que se improvisara tu camita. El calor del cuerpo de los animales sería tu gran incubadora. Los dolores de parto de María y tu llanto al nacer quedarían dismulados plenamente en ese ambiente. Salvo la estrella de Belén, la venida del Rey del mundo no costó mucha preocupación. La creación de tu padre es tan perfecta que toda la naturaleza podía seguir su curso. Los pechos de María, en ese momento se inundaron de amor y gozo infinito que te alimentaron esa noche y los siguientes días en Belén. Cuando tus ojos se abrieron viste su rostro inmaculado, cuando tocaste su mano obtuviste el apoyo firme para tu misión en la tierra. La escucha de su voz y la de José te hicieron entender que tu padre te envió para gloria de su Gloria eterna y nuestra paz. El carpintero en la infancia te enseñó a hacer las mesas en las que luego, en tu adultez ofrecerías tu propio sacrificio. Sin duda, eras el rey del mundo. Esa noche en Belén la gran misión encargada por tu padre daba su inicio. El amor de los amores se materializaba y se entregaba al mundo.
Hoy nosotros queremos también preparar tu segunda venida y tenemos que preparar la fiesta, el banquete y los regalos. La celebración sólo admite actos de preparación espiritual. Lo material no alcanza la medida, no tiene caracteristicas de eternidad. Y aunque el costo del cambio espiritual es alto, sólo basta que una pequeña semilla germine en nuestro interior para participar de la fiesta. Oh buen Jesús, te pido por favor que me hagas participar de tu fiesta haz que germine en mi corazón esa semilla espiritual, deseo enterrar las cosas viejas y sin sentido, lo material, lo fatuo. Alimenta mi alma y espiritu pues necesito un ropaje nuevo para gozar eternamente de tu presencia.
¡Que Dios nos bendiga esta navidad!

martes, 18 de octubre de 2011

Pedro Dalcón y su Cristo de los Milagros

Pedro Dalcón "Benito", un hombre simple, de la cofradía de Pachacamilla, procedente de Angola pinto al Cristo por su puro e inquebrantable fe y amor al crucificado.
Gracias Benito por que cada vez que contemplo la imagen veo a Cristo en el momento de su mayor entrega, en su más grande manifestación de amor, en su sacrificio de cruz.
Contemplo a la virgen dolorosa, de pie junto a la cruz con la profética espada atravezándole el alma, viendo a su hijo y recibiendo el encargo sublime de ser nuestra madre.
Contemplo a Maria Magdalena, que con su llanto intenta limpiar en tus llagas nuestros pecados y calmar los dolores que nuestros actos causamos.
Contemplo a los astros y a la naturaleza, doliente, reclamando a gritos la partida del Cristo, del único, del nombre sobre todo nombre.
Contemplo al Padre amoroso que recibe al hijo en su última hora , perdona nuestra humanidad pecadora y nos libera.
Contemplo al Espíritu Santo presente con nosotros siempre e iluminando esa tarde oscura con su esperanza y sabiduria eterna.
Pedro Dalcón, cuando tus manos nos regalaron esta imagen, nos diste la lección más grande de lo que es el amor. Los colores de tus pinceles lo pintaron. Dibujaste al amor mismo sobre la tierra. El Señor de los Milagros quizo nacer en tu corazón y ahí nació el primero de sus milagros. En un corazon que conoció el dolor de la esclavitud, pero que nos regaló la mejor representación de la libertad. Gracias Pedro Dalcón, gracias buen Benito.

sábado, 3 de septiembre de 2011

SOBRE EL DOLOR HUMANO

Hoy me levanté por la mañana con la idea de revisar mis correos y de repente apareció el dolor... ¡Que sensación terrible!... me dió ganas de emitir una lágrima, de arrancarlo de mi pecho y le pregunté a Dios ¿Por qué a mí?...
Sin embargo, creo que debo reflexionar sobre esta sensación y escribir algo al respecto. El dolor que tengo en este momento es de angustía, de pérdida, de depresión, de impotencia, de necesidad. Mi dolor no se traduce en sólo un signo o síntoma que se pueda definir como siempre lo hago con mis pacientes. En mi práctica médica diaria escucho a mis pacientes y determino la causa de su dolor, si está es física o psicologica o psico somático. Cuando es físico lo alivio y ya. Cuando es psico somático lo trato de menguar de la mejor manera.
Pero ultimamente he escuchado a mis pacientes y su dolor me ha dolido a mi también. Le pedí a Dios que me quite esta sensación y no lo hizo. Le increpé nuevamente por ello, pues así no podía trabajar y por el contrario este dolor aumentó, se hizo más intenso, me quitó la felicidad. Fue en ese momento en que me pregunté qué es lo que se desea de mí y me parece estar en camino de hallar una respuesta.
Dios me ha regalado este dolor, su sabiduría infinita actúa con amor ante la oración de mis paciente. El me pide que los ayude a levantar el madero en cada uno de ellos, pues su cruz se les ha tornado pesada y yo tengo fuerzas para hacerlo. El me pide que los mire como los vé sus ojos, que los escuche como solo él sabe oirlos, que los reconforte con una palabra de amor. Por la consulta, que no me preocupe, la cuenta fue pagada hace dos mil años.
Padre, hoy día no quiero que me quites este dolor. Sigue dándomelo, ahora sé que lo necesito para escribir mis recetas. Te amo cada día más.


sábado, 9 de julio de 2011

Los medios y la opinión pública

En el mundo actual, en que los medios de comunicación buscan encaminar la opinión pública, su santidad Benedicto XVI emite esta reflexión ante los 150 años del “l’osservatore romano”, diario oficial de la Santa Sede : “Nadie puede informar sobre todo. Incluso los medios más universalistas, por así decir, no pueden decir todo; es imposible. Siempre es necesaria una elección, un discernimiento. Y por ello, en la presentación de los hechos es decisivo el criterio de selección: nunca existe el hecho puro, siempre hay una opción que determina qué aparece y qué no aparece. Y sabemos bien que actualmente en muchos órganos de la opinión pública las elecciones de las prioridades a menudo son muy discutibles”.


El santo padre vuelve a ser muy claro y preciso en sus comentarios, deja a las personas que leen un cristal, una lupa de discernimiento para que vean que toda verdad escrita en los medios de comunicación ha pasado por el tamiz de conocimiento, sabiduría e inteligencia del redactor. Esta verdad desde ya no es absoluta, requiere siempre del apetito por la investigación que el hombre debe poner de su lado.


Los hombres somos seres culturales, nos alimentamos del conocimiento que día a día llega a nuestras vidas a través de los sentidos. Este conocimiento es poco profundo y levemente reflexivo, más aún si llega a través de slogans o frases musicales. Otras veces, el conocimiento nos invita a profundizar más y buscamos rápidamente la información que se tiene a mano, información también insuficiente y que necesita de un experto que la encamine. Y muy pocas veces nos toca ser los expertos y tenemos que elaborar esta información analizando los efectos y las causas que produjeron el fenómeno. Es por eso, que tenemos que confiar nuevamente en los medios y aquí aparece la dimensión caritativa de las personas que elaboran la información: la veracidad y su sublime esplendor.


Un periodista o comunicador, está llamado por amor a su prójimo, a hablar y escribir con la verdad. Su compromiso sublime es ése precisamente. Sus lectores, asientan en cada palabra y en cada frase, los cimientos de su discernimiento y los peldaños de la sabía decisión que tomarán en torno al mundo que los rodea. Creo yo que en el oficio de escribir, el periodista realiza grandes milagros cuando lleva al lector a tomar acciones creativas y justas.

martes, 31 de mayo de 2011

COMO DEBEMOS ENTENDER LA CARIDAD

En una de sus últimas encíclicas, Caritas in veritate, el santo padre hace un análisis a cuestiones relacionadas con dos aspectos esenciales en la vida del ser humano, la caridad y la verdad. Estos dos aspectos estan unidos de manera simbiótica y el hombre de a pie muy pocas veces profundiza en la magnitud de su alcance. Benedicto XVI, dice a la letra "... El amor- "caritas"- es una fuerza extraordinaria, que mueve a las personas con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz. Es una fuerza que tiene su origen en Dios, Amor eterno y Verdad absoluta..." y es justamente aquí donde nos hace ver que la verdad no puede ser un aspecto que esté alejado de la caridad.
Caridad es actuar en favor del ser humano por amor a Dios y en nombre de este. Caridad es el milagro diario que ejerce el hombre de beneficiar al propio hombre con nuestros actos y movidos sólo por amor. Caridad no es donación, acto estático en que nuestro prójimo recibe pasivamente un bien que muchas veces nos sobra. Si cometemos el error de confundir caridad con donación reducimos los actos de caridad a un mero sentimentalismo, sin ningún objetivo de promoción del prójimo.
Un empresario, por ejemplo, es caritativo cuando se esfuerza en el desarrollo de nuevos proyectos que permitan promover lo mejor de cada uno de sus empleados; en este acto es conciente que de esta manera ofrece al hombre la posibilidad de trabajar y sostenerse, lo cual es un acto de amor invalorable. Es igualmente caritativo cuando contempla en ellos el rostro de Dios, valorándolos como lo más preciado de su empresa, busca ser justo en la interpretación de las leyes laborales actuando en verdad y evitando el atropello a sus derechos. Y en su caridad puede ser aún más profundo cuando sabe que extrae de la tierra los mejor de ella, los transforma y busca no dañar el medio donde vivirán ésta y las próximas generaciones, que tienen igual derecho de beneficiarse de los dones de la tierra.
Complementariamente, un empleado o un trabajador son caritativos, cuando dando lo mejor de su esfuerzo como ofrenda a Dios buscan condiciones laborales dignas y justas promoviendo el bien común, por amor a los seres humanos que comparten su labor día a día. Los trabajadores y empleados, desde su posición en las empresas, son las personas que generalmente están en contacto con realidades no vistas por las altas posiciones empresariales. Son dueños de esta verdad y mostrarla con valentía muchas veces son actos caritativos de amor a Dios y al hombre que pocas veces se valoran en su verdadera dimensión.
Y en el caso de las personas que generan conocimiento o desarrollan pensamientos sobre cualquier fenómeno o acto del ser humano, sus actos caritativos guardan en sí una obligación moral hacía la verdad ineludible. El amor omnipotente del padre les otorga talentos especiales para conocer a profundidad la naturaleza física y espiritual del hombre y la creación. El deber de cada uno de ellos es extraer la verdad y ofrecerla a todos de una manera amorosa. Su acto caritativo otorga al hombre elementos que le permitirán modificar la creación finalmente para que la use y le permita dominar la tierra y ofrecerla nuevamente al padre, tal como dice la canción "nos entregas la tierra y a la tarde la encuentras rica de pan y amarga de sudores".