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martes, 31 de mayo de 2011

COMO DEBEMOS ENTENDER LA CARIDAD

En una de sus últimas encíclicas, Caritas in veritate, el santo padre hace un análisis a cuestiones relacionadas con dos aspectos esenciales en la vida del ser humano, la caridad y la verdad. Estos dos aspectos estan unidos de manera simbiótica y el hombre de a pie muy pocas veces profundiza en la magnitud de su alcance. Benedicto XVI, dice a la letra "... El amor- "caritas"- es una fuerza extraordinaria, que mueve a las personas con valentía y generosidad en el campo de la justicia y de la paz. Es una fuerza que tiene su origen en Dios, Amor eterno y Verdad absoluta..." y es justamente aquí donde nos hace ver que la verdad no puede ser un aspecto que esté alejado de la caridad.
Caridad es actuar en favor del ser humano por amor a Dios y en nombre de este. Caridad es el milagro diario que ejerce el hombre de beneficiar al propio hombre con nuestros actos y movidos sólo por amor. Caridad no es donación, acto estático en que nuestro prójimo recibe pasivamente un bien que muchas veces nos sobra. Si cometemos el error de confundir caridad con donación reducimos los actos de caridad a un mero sentimentalismo, sin ningún objetivo de promoción del prójimo.
Un empresario, por ejemplo, es caritativo cuando se esfuerza en el desarrollo de nuevos proyectos que permitan promover lo mejor de cada uno de sus empleados; en este acto es conciente que de esta manera ofrece al hombre la posibilidad de trabajar y sostenerse, lo cual es un acto de amor invalorable. Es igualmente caritativo cuando contempla en ellos el rostro de Dios, valorándolos como lo más preciado de su empresa, busca ser justo en la interpretación de las leyes laborales actuando en verdad y evitando el atropello a sus derechos. Y en su caridad puede ser aún más profundo cuando sabe que extrae de la tierra los mejor de ella, los transforma y busca no dañar el medio donde vivirán ésta y las próximas generaciones, que tienen igual derecho de beneficiarse de los dones de la tierra.
Complementariamente, un empleado o un trabajador son caritativos, cuando dando lo mejor de su esfuerzo como ofrenda a Dios buscan condiciones laborales dignas y justas promoviendo el bien común, por amor a los seres humanos que comparten su labor día a día. Los trabajadores y empleados, desde su posición en las empresas, son las personas que generalmente están en contacto con realidades no vistas por las altas posiciones empresariales. Son dueños de esta verdad y mostrarla con valentía muchas veces son actos caritativos de amor a Dios y al hombre que pocas veces se valoran en su verdadera dimensión.
Y en el caso de las personas que generan conocimiento o desarrollan pensamientos sobre cualquier fenómeno o acto del ser humano, sus actos caritativos guardan en sí una obligación moral hacía la verdad ineludible. El amor omnipotente del padre les otorga talentos especiales para conocer a profundidad la naturaleza física y espiritual del hombre y la creación. El deber de cada uno de ellos es extraer la verdad y ofrecerla a todos de una manera amorosa. Su acto caritativo otorga al hombre elementos que le permitirán modificar la creación finalmente para que la use y le permita dominar la tierra y ofrecerla nuevamente al padre, tal como dice la canción "nos entregas la tierra y a la tarde la encuentras rica de pan y amarga de sudores".

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